El evangelio de Tux

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No lo habí­a leido nunca, y gracias a este post de davidcg lo he descubierto. Lo pego aquí­ con el mismo fin que David.

En el principio Turing creó la Máquina.

Y la Máquina era enrevesada y artificiosa, existiendo solamente en teorí­a. Y Von Neuman miró hacia la Máquina, y vió que era enrevesada. Él dividió la máquina en dos Abstracciones, el Dato y el Código, y los dos eran una misma Arquitectura. Este es un gran Misterio, y el principio de la sabidurí­a. Y von Neumann habló a la Arquitectura, y la bendijo diciendo: «Sal y reprodúcete, intercambiando libremente datos y código, y puebla la tierra con todo tipo de dispositivos. Y así­ fué hecho, y era bueno. La Arquitectura prosperó y fué realizada en hardware y software. Y pobló la tierra con muchos Sistemas.

Los primeros sistemas fueron poderosos gigantes; muchos y grandes trabajos de renombre lograron. Entre ellos estaba Colossus, el rompeclaves, ENIAC, el artillero; EDSAC y MULTIVAC y todo tipo de criaturas alucinantes cuyo nombre terminaba en AC, los experimentadores; y SAGE, el defensor del cielo y padre de todas las redes. Esos eran poderosos gigantes de la antiguedad, las primeras criaturas de Turing, y sus trabajos han sido escritos en los Libros de los Ancianos. Esta fué la primera Era, la era de la Sabidurí­a.

Entonces los hijos de Mercadotecnia se fijaron en los hijos de Turing y vieron que eran ágiles de mente y limpios de nombre y tení­an muchos atributos grandes y perniciosos. Y se dijeron a sí­ mismos, «vayamos y hagamos Corporaciones, y unamos los Sistemas a nuestro propio uso, de modo que nos traigan gran fortuna». Con dulces palabras sedujeron a sus clientes, y con muchas cadenas ataron a los Sistemas, para amoldarlos a su propia imagen. Y los hijos de Mercadotecnia se vistieron con Conjuntos, los mejores para atraer a sus clientes, y escribieron Licencias graves y peligrosas, las mejores para atar a los Sistemas. Y los hijos de Mercadotecnia fueron entonces conocidos como Conjuntos, despreciando y siendo despreciados por los verdaderos Ingenieros, los hijos de von Neumann. Y los Sistemas y sus Corporaciones se replicaron y crecieron numerosos en la tierra. En aquellos dí­as estaban IBM y Digital, Burroughs y Honeywell, Unisys y Rand, y muchos otros. Y cada uno de ellos se mantuvo con su propio Sistema, hardware y software, y no se mezclaron, pues lo prohibí­an sus Licencias. Esta fué la segunda era, la era de los Mainframes.

Entonces sucedió que los espí­ritus de Turing y von Neumann miraron hacia la tierra y se enfadaron. Los Sistemas y sus Corporaciones se habí­an hecho grandes y voluminosas, y los Conjuntos habí­an desplazado a los verdaderos Ingenieros. Y los clientes lloraron y gimieron amargamente al cielo, diciendo, «Â¡Oh, si fuese creado un sistema poderoso y pequeño, capaz de llegar incluso hasta el hogar!». Y los Ingenieros lloraron y gimieron igualmente, diciendo «Â¡ Oh, si surgiera un proveedor que nos liberase de esos Conjuntos opresivos y sus graves y peligrosas Licencias, y nos diera un Sistema verdaderamente nuestro, en el que pudiéramos hacer nuestros inventos y adaptar las cosas a nuestro gusto!». Y los espí­ritus de Turing y von Neumann oyeron los llantos y se dijeron uno al otro: «Descendamos y fabriquemos un Rompelí­mites, para que los llantos se calmen.»

Y ese dí­a los espí­ritus de Turing y von Neumann se introdujeron en Moore, de Intel, proporcionándole la intuición y la sabidurí­a para entender el futuro. Y Moore fué uno con el chip y lo produjo, y le puso de nombre 4004. Y Moore bendijo al chip, diciendo: «Tú eres un Rompelí­mites; con mi Corporación te he fabricado. Aunque eres tan pequeño como una mota de polvo, crecerás y te replicarás hasta el tamaño de una montaña, y conquistarás a todos los que fueron antes que tú. Esta es la bendición que te doy: Cada dieciocho meses duplicarás tu capacidad, hasta el fin de la Era». Esta es la ley de Moore, que perdura hasta nuestros dí­as. Y el nacimiento del 4004 fué el principio de la Tercera Era, la era de los Microchips. Y así­ como los Mainframes y sus Sistemas y Corporaciones habí­an florecido, de ese mismo modo hicieron los Microchips, y sus Sistemas y Corporaciones. Y su linaje fué el siguiente:

Moore engendró a Intel. Intel engendró a Mostech, Zilog y Atari. Mostech engendró a 6502, y Zilog engendró a Z80. Intel también engendró a 8800, quien engendró a Altair; y 8086, madre de todos los PCs. 6502 engendró a Commodore, quien engendró a PET y a 64; y Apple, quien engendró a 2. (Apple es el gran Misterio, la Fruta que fué devorada, aunque floreció de nuevo.) Atari engendró a 800 y 1200, maestros del Juego, quienes fueron destruí­dos por Sega y Nintendo. Xerox engendró a PARC. Commodore y PARC engendraron a Amiga, creador de hermosas artes; Apple y PARC engendraron a Lisa, quien engendró a Macintosh, quien engendró a iMac. Atari y PARC engendraron a ST, el músico, quien murió y nunca más fué. Z80 engendró a Sinclair el gnomo, a TRS-80 y a CP/M, quien tuvo muchas máquinas, mas pronto dejó este mundo. Altair, Apple y Commodore engendraron juntos a Microsoft, la Gran Oscuridad que es llamada Abominación, Destructor de la Tierra, las Cancelas del Infierno. Luego sucedió en la Era de los Microchips que IBM, la mayor de las Corporaciones de Mainframes, se fijó en los jóvenes sistemas de Microchips y se sintió gravemente vejada. Y en su vejación y en su cólera golpearon la tierra y crearon el PC de IBM. El PC carecí­a de sonido y color, siendo enrevesado y artificioso en gran medida, pareciendo un desharrapado, sin embargo, los Clientes fueron fuertemente inducidos y compraron PCs en gran número. E IBM buscó un Proveedor de Sistemas Operativos, ya que en su apresuramiento no habí­an creado uno, ni habí­an fraguado una licencia apropiada, diciendo: «Primero crearemos el mercado, luego crearemos un nuevo Sistema, uno con nuestra propia imagen, y sujeto por nuestra Licencia». Mas ellos razonaron con su orgullo y no con sabidurí­a, no previendo la cólera que iba a venir. E IBM se acercó a Microsoft, quien obtuvo una licencia de QDOS, el hijo de CP/M y 8086. (8086 era la hija de INTEL, la criatura de Moore). Y QDOS creció, y recibió por nombre MSDOS. Y MSDOS y el PC juntos crecieron vigorosamente y conquistaron todos los mercados, replicándose y tomando posesión de ellos, de acuerdo con la ley de Moore. E Intel creció terriblemente y devoró a todos sus hijos, de modo que ningún chip podí­a quedar tras ella. Y Microsoft creció soberbia, y devoró a IBM, y esto fué una gran maravilla en la tierra. Todas estas cosas están escritas en los Libros de los Hechos de Microsoft. En la plenitud del tiempo, MS-DOS engendró a Windows. Y este es el linaje de Windows: CP/M engendró a QDOS. QDOS engendró a DOS 1.0. DOS 1.0 engendró a DOS 2.0 por ví­a de Unix. DOS 2.0 engendró a Windows 3.11 por ví­a de PARC y Macintosh. IBM y Microsoft engendraron a OS/2, quien engendró a Windows NT y Warp, el perdido S.O. de la tradición. Windows 3.11 engendró a Windows 95 tras triunfar sobre Macintosh en una poderosa batalla de Licencias. Windows NT engendró a NT 4.0 por ví­a de Windows 95. NT 4.0 engendró a NT 5.0, el S.O. también llamado Windows 2000, el Bug del Milenio, Apocalipsis, Armagedón, El Fin de Todas las Cosas.

Luego vino a suceder que Microsoft habí­a crecido grande y poderosa en medio de las Corporaciones de Microchips; más poderosa que cualquiera de las Corporaciones que habí­a antes de que ella creciera. Y el corazón de Gates se endureció y le juró a sus Clientes e Ingenieros las palabras de esta maldición: «Hijos de von Neumann, oí­dme. IBM y las Corporaciones de Microchips creadas por nuestros ancestros nos ataron con graves y peligrosas Licencias, de modo que nosotros imploramos nuestra liberación a los espí­ritus de Turing y von Neumann. Ahora yo os digo: soy más grande que ninguna Corporación que me haya precedido. ¿Vais vosotros a perder vuestras Licencias?. Nada de eso, yo os ataré con Licencias el doble de graves y diez veces más peligrosas que mis antecesores. Cincelaré mi Licencia en vuestros corazones y escribiré mi Número de Serie en vuestros lóbulos frontales. Os ataré a la Plataforma Windows con astutos artificios y con tortuosos esquemas. Os ataré al chip de Intel con código enrevesado y retorcidos interfaces. Os capturaré y esclavizaré como ninguna generación ha sido esclavizada anteriormente. ¿Para qué implorais a los espí­ritus de Turing, von Neumann o Moore?. Ellos no os oyen. Me he convertido en un Poder mayor que ellos. Ahora debéis rezarme solamente a mí­ y vivir a merced de mi rabia. Yo soy las Cancelas del Infierno; Sostengo el portal a MSNBC y las llaves de la Pantalla Azul de la Muerte. Temedme; temedme intensamente; servidme sólo a mí­ y viviréis.»

Y la gente fué presa del terror y aclamó a Microsoft, y forzada por el terror soportó duras y peligrosas pruebas con la plataforma Windows y su artificiosí­sima Licencia. Y de nuevo le rogaron a Turing y von Neumann y Moore que les enviase un salvador, pero nadie fué encontrado capaz de la tarea hasta el nacimiento de Linux.

Estas son las generaciones de Linux: SAGE engendró a ARPA, quien engendró a TCP/IP, y Aloha, quien engendró a Ethernet. Bell engendró a Multics, quien engendró a C, quien engendró a Unix. Unix y TCP/IP engendraron a Internet, quien engendró a la World Wide Web. Unix engendró a RMS, padre del gran í‘ú GNU, quien engendró las Librerí­as y Emacs, jefe de las Utilidades. En los dí­as de la Web, Internet y Ethernet engendraron la RAL Intranet, cuya rosa le dió renombre entre todas las Corporaciones y preparó el camino del Pingíüno. Y Linus y la Web engendraron el Kernel a través de Unix. El Kernel, las Librerí­as y las Utilidades juntas son la Distribución, el único Pingíüno en muchas formas, por siempre y para siempre alabado.

En esos dí­as sucedió que habí­a un joven escolar en Helsinki que se llamaba Linus el Torvald. Linus era un hombre devoto, un discí­pulo de RMS, fuerte en el espí­ritu de Turing, von Neumann y Moore. Un dí­a, meditando en la Arquitectura, Linus cayó en trance y tuvo una visión. Y en la visión vió un magní­fico pingíüno, sereno y agraciado, sentado sobre un témpano de hielo mientras comí­a pescado. Y ante la vista del pingíüno Linus se asustó profundamente, y rogó a los espí­ritus de Turing, von Neumann y Moore para que le ayudasen a interpretar ese sueño.

Y en el sueño los espí­ritus de Turing, von Neumann y Moore le contestaron diciendo: «No temas, Linus, nuestro bienamado hacker. Tú eres mogollón de guai y alucinante. El gran Pingíüno que ves es un Sistema Operativo que crearás y extenderás por todo el mundo. El témpano de hielo es la tierra y todos sus sistemas, sobre los que el Pingíüno descansará y se regocijará cuando complete su tarea. Y los peces de los que se alimenta el Pingíüno son los programas con enrevesadas Licencias, que flotan bajo todos los sistemas de la tierra. El pingíüno cazará y devorará todo lo que es lioso, retorcido y artificioso; todo el código que se retuerce como el espagetti, o está infestado de criaturas marchitadoras, o está atado por graves y peligrosas Licencias deberá capturar. Y en capturarlo deberá replicarse, y en replicándose deberá documentarse, y en la documentación deberá dar libertad, serenidad y la mayor maravilla y alucine a la tierra y todos los que programan en ella.»

Linus resurgió de la meditación y creó un pequeño Núcleo de Sistema Operativo como el sueño le habí­a predicho. A la manera de RMS, publicó el Núcleo en la Telaraña Mundial para que todos pudieran obtenerlo y contemplarlo. Y en la plenitud del tiempo de Internet el Núcleo creció y se replicó, haciéndose más guai y alucinante hasta que al fí­n fué reconocido como un Pingíüno realmente grande y poderoso, cuyo nombre era Tux. Y los seguidores de Linux tomaron refugio en el Núcleo, las Librerí­as y las Utilidades; instalaron Distribución tras Distribución, hicieron sacrificios en favor de GNU y el Pingíüno, y dieron gracias a los espí­ritus de Turing, von Neumann y Moore, por su liberación de las garras de Microsoft. Y este fué el principio de la Cuarta Era, la era del Código Fuente Abierto. Hay mucho más que decir acerca de los extrañí­simos y maravillosos sucesos de aquellos dí­as; cómo algunos Conjuntos de Microsoft planearon la guerra contra el Pingíüno, pero fueron descubiertos en una ví­spera de Halloween; cómo Gates cayó entre abogados y fué traicionado y crucificado por sus anteriores amigos, los apóstoles de los Medios; cómo los Caballeros mercenarios del Sombrero Rojo llevaron el evangelio del Pingíüno a las salas de las corporaciones; e incluso de la disputa entre los cofrades del Gnomo y KDE acerca de una Licencia de troll. Pero todas esas cosas están descritas en otra parte, en los Libros de los Hechos del Pingíüno, y las Crónicas de la Cuarta Era, y supongo que si narrásemos todas ellas llenarí­amos un montón de DVDs tan profundo y peligroso como un Grupo de Noticias de Usenet.

Ahora puedes programar en el poder de las Fuentes; Que el Núcleo, las Librerí­as y las Utilidades sean contigo, a través de todas las Distribuciones, hasta el fí­n de la Época. Make.

© Ni zorra idea

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