Lunes de puente y yo volviendo del hospital de Bellvitge de visitar a mi padre. Muchas ganas no tenia precisamente de ir a ningun sitio pero como toda buena ley de Murphy la cosa dió un giro de 360º. La culpa la tiene éste energúmeno, que con sus sutiles artes de convicción me dijo «te vienes a echar una birra?» , y claro ante tal despliegue de sutileza no me quedaba más remedio que rendirme a su súplica e ir. Cómo iba yo a dejar que la pobre criatura se fuese sola a echar una cerveza a un bar rockero… Ehm..bueno vale.. soy fácil de convencer.. 😛

Total, que allí­ que me voy bien metidito en mi rol de novoyabeberquetengoqueconducir y recojo al individuo Sergi en su casa.
Conversación en el coche:
Yo: Oye, tu que vives aqui, el camino mas corto pal bareto? Me indicas?
Sergi: Si, atento: sigue recto gira a la derecha curva sasar ojo rasante esquiva vieja tuerce gato digo…calle y a ras.
Resumen:
Dimos una vuelta del copón pa acabar aparcando tres calles más abajo cuando podiamos haber ido mucho mas directo y aparcar practicamente en la misma barra del bar.

Llegados a «Le Fou» entramos cual vaquero en el saloon, no por el estilo al entrar sino porque alli no habia mas de cuatro personas y dos de ellas estaban tras la barra.
Allí­ que vemos a Rockarmen, Carmen pa los amigos, que se lanza como si llevara tres cocacolas directas en vena a saludarnos.
Rockarmen es una tia como pocas hay, en cierto modo me recuerda a Porkulia por su forma de ser y de ver las cosas. En definitiva, que Le Fou sin Rockarmen no es lo mismo. Hace poco comentabamos medio en broma que no nos extraña que contraten a Rockarmen para trabajar tras la barra, con ella viene incluido el pack de 300 amigos que van a visitarla alli donde ella esté, y claro.. beben mas que una manada de camellos tras dos años de sequí­a.
El ambiente de Le Fou se podria calificar como «cálido», luz tenue y ambientacion muy casera, sofas, lamparas de pie..etc. La musica suele ser rock clásico y de vez en cuando se escapa alguna cosilla mas moderna. Suelen poner un volumen no demasiado alto para no dejar sordo al personal y no demasiado bajo para que no andemos con trompetillas, musica ambiental.
Sinceramente, hacia mucho tiempo que no encontraba un lugar en el que me sintiera tan arropado desde el primer dia. Mi bendición a Le Fou y a toda su gente.
Una vez aposentados en la barra pedimos sendos cubatas, vodka para Sergi y whiskey para mi. Nos los sirve Rockarmen en vaso ancho y bien cargaditos, me fijo en que cuida mucho la presentación e incluso las marcas usadas.
Diez minutos en el bar bastaron para que Rockarmen nos presentara a todo el que entraba por la puerta, lo siento chicos/as no recuerdo los nombres de todos..
Tras varios cubatas nos enzarzamos con Hector en una discusion sobre pirateria,propiedad intelectual y todo lo que ello conlleva. Repito, tras varios cubatas… os podeis imaginar el percal, tres tios hablando a gritos ante la atenta mirada de Rockarmen, la novia de Hector, Gabi (el dueño del local, un tio cojonudo) y varias personas mas en la barra. Vamos una escena un poco patetico-divertida.
En resumen, que nos lo pasamos cojonudamente. Buena gente, buena música, buen ambiente y buen whiskey (si, Sergi pesao, tambien buen vodka).
Os dejo aqui una escena que grabé con el movil a pocos minutos de cerrar el bar, los protagonistas son Rockarmen y Gabi. La calidad es un poco mala ya que estaba muy oscuro.