A Don Fernando Sahuquillo

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Estas lineas que escribo hoy estan impregnadas de tristeza. Ayer mientras cenaba con unos amigos me acordé mi profesor de matemáticas y ciencias y lo nombré un par de veces rememorando tiempos pasados. Uno de mis amigos en uno de los momentos me dijo que hace unos años supo que a este profesor le habí­an diagnosticado un tumor cerebral y que no sabí­a si aun viví­a, que lo último que sabí­a es que habí­a vuelto a su tierra natal, Cuenca.
Siempre he querido agradecerle todo lo que ha hecho por mí­ durante mis estudios primarios. Asi que hoy quiero dar las gracias al mejor profesor que he tenido:
Profesor don Fernando, gracias por enseñarme a pensar, o como usted decia » a usar la materia gris». Gracias por empeñarse a enseñarnos a razonar las fórmulas en lugar de aprenderlas como loros, esto que usted enseñaba es una valiosa lección no solo en matemáticas, sino en la vida en general. Ojalá hubiese más profesores como usted, que nos guió con firmeza y «buen talante» en esas edades difí­ciles.
Sinceramente, y desde el fondo de mi corazón, gracias por haber sido nuestro guia, nuestro segundo padre, nuestro profesor y amigo.
Un alumno.

NeiL.